LA MONJA

LA MONJA

Iris Almaguer @IrisSistemas
Iris Almaguer @IrisSistemas

En un remoto convento perdido entre las montañas, se cierne la sombra de una monja misteriosa y siniestra, conocida solo como La Hermana Oscura. Se dice que hace siglos, La Hermana Oscura era una devota monja que juró su vida al servicio de Dios, pero su fe fue corrompida por fuerzas oscuras que la consumieron por completo.

La leyenda cuenta que La Hermana Oscura solía ayudar a los necesitados del pueblo cercano, pero sus métodos eran cada vez más extremos y sus rezos se volvieron invocaciones a entidades malignas. Los lugareños comenzaron a desaparecer misteriosamente, sus cuerpos encontrados mutilados y marcados con símbolos de adoración al diablo.

Una noche, un grupo de curiosos decide investigar los oscuros rumores que rodean al convento y a La Hermana Oscura. A pesar de las advertencias de los lugareños, se aventuran en las sombras del convento abandonado, armados con velas y crucifijos como escudo contra el mal.

A medida que exploran los pasillos polvorientos y las habitaciones en ruinas, sienten la presencia ominosa de La Hermana Oscura acechando en cada esquina. Los susurros de rezos profanos y el sonido de pasos fantasmales los persiguen mientras avanzan más profundamente en el laberinto del convento.

De repente, encuentran la celda de La Hermana Oscura, donde descubren un altar profano y una colección de objetos siniestros. Antes de que puedan escapar, La Hermana Oscura se materializa frente a ellos, su rostro oculto por el velo negro y sus ojos ardiendo con un fuego sobrenatural.

Con un grito escalofriante, La Hermana Oscura invoca a las fuerzas del mal para que se abalancen sobre los intrusos, que luchan desesperadamente por escapar de su ira implacable. Pero mientras corren por los pasillos oscuros y tortuosos, se dan cuenta de que el convento parece tener una voluntad propia, sus paredes retorcidas y sus pasadizos cambiando de forma para atraparlos.

Cuando finalmente logran salir del convento, están temblando y traumatizados por la experiencia. Jurando nunca volver a cruzar el umbral del convento maldito, se convierten en testigos silenciosos de los horrores que acechan en la oscuridad, una advertencia para todos aquellos que se atrevan a desafiar al mal que yace dormido en lo profundo de la noche.