LA NIÑA DEL ARO
En un pequeño pueblo costero, una leyenda oscura y aterradora acecha en las profundidades del mar: la historia de la Niña del Aro. Se dice que hace muchos años, una niña pequeña cayó por un acantilado hacia el mar embravecido en una noche de tormenta. Su cuerpo nunca fue encontrado, pero su espíritu atormentado aún busca venganza en las profundidades.
La leyenda cuenta que la Niña del Aro emerge del mar en las noches de luna llena, con su largo cabello negro empapado de agua de mar y sus ojos vacíos mirando fijamente a los desprevenidos que se atreven a acercarse al borde del acantilado.
Un grupo de amigos, desafiando las advertencias de los lugareños sobre el peligro del acantilado, deciden acampar cerca de la costa durante una noche de luna llena. A medida que la noche avanza, comienzan a escuchar susurros inquietantes y el sonido de las olas golpeando contra las rocas.
De repente, ven a la Niña del Aro emergiendo lentamente del mar, con su rostro pálido y sus brazos extendidos hacia ellos. Con el corazón en la garganta, intentan huir, pero descubren que están atrapados en el hechizo de la Niña del Aro, incapaces de apartar la mirada de su figura fantasmal.
La Niña del Aro se acerca lentamente a ellos, sus labios entreabiertos en una sonrisa siniestra mientras los envuelve en una neblina densa y fría. A medida que la niebla los consume, se dan cuenta de que están siendo arrastrados hacia el mar, hacia el abismo oscuro que aguarda bajo las olas.
Con un grito de terror, luchan por liberarse del abrazo mortal de la Niña del Aro, pero sus esfuerzos son en vano. Se sumergen en las profundidades del mar, arrastrados hacia un destino desconocido por el espíritu vengativo que acecha en las sombras.
Al amanecer, solo queda un rastro de lo que alguna vez fueron los valientes amigos: sus pertenencias abandonadas en la costa, una advertencia silenciosa para todos aquellos que se atrevan a desafiar a la Niña del Aro y los peligros que yacen bajo las olas.