CICLOPE
En lo más profundo de un bosque antiguo y sombrío, donde los árboles parecen retorcerse en formas retorcidas y las sombras acechan entre los matorrales, se encuentra la morada de un ser temido por generaciones: el Cíclope.
Se dice que el Cíclope habita en una caverna oculta en las profundidades del bosque, un lugar donde la luz del sol nunca se atreve a penetrar y donde el eco de sus pasos retumba en las paredes de piedra. Su único ojo, del tamaño de una cabeza humana, emite un brillo siniestro que parece escrutar cada rincón de su oscuro dominio.
Un grupo de excursionistas valientes, ansiosos por explorar los secretos del bosque, se aventuró más allá de los senderos marcados y hacia el corazón del bosque prohibido. Armados con linternas y nervios de acero, avanzaron entre los árboles retorcidos, ignorando los susurros inquietantes que parecían surgir de las sombras.
Finalmente, llegaron a la entrada de la caverna del Cíclope, una abertura oscura que parecía absorber toda la luz a su alrededor. Con el corazón latiendo con fuerza en sus pechos, los excursionistas se adentraron en la oscuridad, con la esperanza de descubrir los secretos ocultos dentro de las profundidades de la caverna.
Pero a medida que avanzaban, el aire se volvía más pesado y opresivo, y el sonido de sus propios pasos se desvanecía en el eco de la oscuridad. Entonces, de las sombras emergió el Cíclope, con su única mirada fija en los intrusos que osaban perturbar su morada.
Con un rugido ensordecedor, el Cíclope se abalanzó sobre los excursionistas, con su gran mano agarrando a uno de ellos con facilidad. El pánico se apoderó del grupo mientras intentaban huir de la caverna, pero el Cíclope los perseguía implacablemente, su ojo brillando con un hambre insaciable.
Solo unos pocos lograron escapar de las garras del Cíclope, pero sus mentes quedaron marcadas para siempre por la visión del monstruo de un solo ojo que acechaba en las sombras del bosque. Desde entonces, nadie se aventuró cerca de la caverna del Cíclope, temeroso de encontrarse con el horror que yace en lo más profundo del bosque prohibido.