UNICORNIOS
En un tranquilo valle rodeado de altas montañas y bosques densos, se encuentra un antiguo claro donde, según las leyendas, solían habitar los majestuosos unicornios. Sin embargo, lo que una vez fue un lugar de belleza y serenidad se ha convertido en un reino de terror y pesadilla.
Los lugareños cuentan historias sobre avistamientos de unicornios, pero no son los seres mágicos y benevolentes de los cuentos de hadas. Estos unicornios son criaturas retorcidas y siniestras, con ojos que destellan con malicia y cuernos afilados que son más como lanzas mortales que símbolos de pureza.
Una noche, un grupo de curiosos decide aventurarse en el claro en busca de los míticos unicornios, ignorando las advertencias de los ancianos del pueblo. Al adentrarse en el claro, son recibidos por una oscuridad opresiva y un silencio ominoso que parece susurrarles advertencias de peligro inminente.
De repente, los unicornios emergen de entre los árboles, con sus formas retorcidas y susurros inquietantes que llenan el aire. En lugar de acercarse con gracia y belleza, cargan con ferocidad hacia el grupo, con sus cuernos apuntando directamente hacia ellos.
Los curiosos luchan por defenderse, pero se dan cuenta demasiado tarde de que están enfrentando a criaturas más allá de su comprensión. Los unicornios parecen invulnerables, capaces de esquivar ataques y contraatacar con una velocidad y fuerza sobrenatural.
A medida que la batalla se intensifica, los curiosos se ven superados por los unicornios, cuyos ataques son tan mortales como la más afilada de las espadas. Los pocos que logran escapar del claro lo hacen con heridas profundas y el horror grabado en sus corazones.
Desde entonces, el claro se ha convertido en un lugar maldito, donde los valientes temen aventurarse y donde los unicornios malignos acechan en las sombras, recordándoles a todos que incluso las criaturas más bellas pueden albergar la más oscura de las maldades.